Reseña: Enferma de mí: ¿hasta dónde serías capaz de llegar por ser famoso?

Por Orianna Paz

La vida de la humanidad hoy en día está marcada por el dominio cada vez más aterrador de las redes sociales. Su poder para otorgar fama instantánea y dinero fácil ha exacerbado el narcisismo y la necesidad de llamar la atención en todo momento para conseguir más y más seguidores. Es así que nos encontramos ante una generación que es capaz de todo con tal de ser la próxima celebridad de las redes, incluso de comprometer su propia salud o hasta su propia vida. Y esa es la premisa del más reciente largometraje del cineasta y guionista noruego, Kristoffer Borgli, Enferma de mí (Sick of myself, Noruega,-Suebcia-Dinamarca-Francia, 2022), donde Borgli lleva al extremo a su protagonista, Signe, una joven mujer cuya necesidad de atención es tan inmensa que la obligará a transgredir todos los límites.

Signe y su novio Thomas mantienen una relación tóxica. Ambos compiten entre sí todo el tiempo por el protagonismo tanto en su círculo de amigos como en todas las esferas de sus vidas. Thomas es un artista contemporáneo, de esos que realiza instalaciones y ve arte sólo en cambiar un mueble de lugar o de postura, mientras que Signe es mesera en una cafetería, aunque en su mente, prácticamente dirige el lugar. Cuando su novio exhibe en una reconocida galería y sale en la portada de una revista, Signe entra en crisis: necesita ser más famosa que él a como dé lugar y la respuesta está en internet, ¿dónde más? “Google voy a tener suerte”. Allí encuentra varios artículos acerca de unas píldoras rusas que han provocado la deformación del rostro y cuerpo de diversas mujeres, con erupciones cutáneas sumamente agresivas para las que aún no hay cura conocida.

Bingo. Signe ha encontrado su propio “arte”, su originalidad para capitalizar y hacerse la víctima: padecer una extraña enfermedad de la que nadie tiene idea, única en su tipo, por lo que después de recurrir a su dealer de confianza, comienza a tomar las píldoras hasta que tras abusar considerablemente de ellas, por fin las primeras ronchas hacen su aparición.

A través de un humor profundamente ácido, diálogos mordaces y situaciones muy incómodas, grotescas y espeluznantes, Borgli nos hace partícipes de la autodestrucción de su protagonista, una mitómana consumada que vive soñando despierta sus más alocadas fantasías, una narcisista adicta al reconocimiento de los demás, ambiciosa, egoísta, calculadora, ególatra pero, sobre todo, una persona terriblemente sola, insegura de sí misma, necesitada de amor y por la que en realidad nadie se interesa o aprecia genuinamente.

Es verdad, las situaciones están intencionalmente exageradas, sin embargo, funcionan brillantemente para demostrarnos el monstruo en el que nos estamos convirtiendo y el nivel de degradación al que hemos llegado, en el que no somos capaces siquiera de ayudar al otro, pero sí de grabarlo mientras se desangra.

Lo que logra que Enferma de mí sea un filme tan potente es justamente el hecho de que la realidad puede y es mucho peor de lo que la película plantea, por más absurda que sea, además de que la forma en la que lo hace, a través de la construcción de un personaje tan detestable pero a su vez tan vulnerable conmueve y al mismo tiempo deja en shock al espectador que en numerosas ocasiones no da crédito a lo que ve. Y en buena medida, parte importante de la fuerza del discurso es el horror visual que tiene su fortaleza en el destacado trabajo de maquillaje a cargo de la dupla Izzi Galindo y Dimitra Drakapoulou, quienes otorgan una veracidad impactante a las malformaciones y pústulas sanguinolentas de la protagonista.

Asimismo, la actuación de Kristine Kujath Thorp en la piel rota de Signe, es aterradora; su capacidad para transmitir ese dolor y esa soledad en un personaje tan odioso que se desmorona por dentro y por fuera es simplemente notable.

Más allá de ser una comedia muy negra y absurda, Enferma de mí es una dura metáfora acerca de cómo las redes sociales nos han deformado a tal grado de ser irreconocibles para nosotros mismos, al tiempo que ofrece una interesante discusión en torno a su impacto en la salud mental.

La película forma parte de la 73 Muestra Internacional de Cine de la Cineteca y próximamente tendrá su estreno comercial.