El encargado: la nueva serie de la dupla Mariano Cohn y Gastón Duprat
- Orianna Paz
- 3 nov 2022
- 3 Min. de lectura
Actualizado: 22 nov 2022
Por Orianna Paz
No contentos con su exitosa trayectoria en el séptimo arte, los cineastas y guionistas argentinos, Mariano Cohn y Gastón Duprat, responsables de películas como El hombre de al lado, El ciudadano ilustre, Mi obra maestra y más recientemente Competencia oficial, conquistan ahora también el mundo de las plataformas con El encargado, una serie que ha causado un revuelo tal en la Argentina que ha alborotado incluso a los sindicatos de porteros del país e incomodado a unos cuantos sectores.
Protagonizada nada más y nada menos que por el primer actor Guillermo Francella, uno de los histriones más destacados del cine y la televisión de aquel país sudamericano, que nos ha ofrecido interpretaciones tan memorables en filmes como El clan y recientemente en el éxito de Netflix, Granizo, El encargado concentra el más ácido, irónico y punzante humor del binomio Cohn-Duprat con un resultado absolutamente brillante en el que ningún personaje se salva.
La figura del encargado o bien el portero en todo edificio es de por sí poderosa. El portero es quien sabe arte y parte de todos los inquilinos, el que resuelve cualquier problema, el hombre de confianza que maneja incluso la administración y todos los servicios, por lo que no hay que ser muy inteligente para saber que con él es mejor no meterse. Y en este caso, Cohn y Duprat llevan esto al siguiente nivel pues como reza el cartel promocional de la serie: "Con Eliseo no se jode" y es que Eliseo, el protagonista encarnado con una tremenda veracidad y genialidad por Francella, guarda duplicados de las llaves de la mayoría de los departamentos, hace negocio con los técnicos que contrata a quienes les cobra un porcentaje por ofrecer sus servicios en el complejo e incluso renta los pisos mientras los dueños están de vacaciones.
Con más de 30 años de servicio, Eliseo es el amo y señor del edificio hasta que el Presidente del Consorcio de vecinos, Zambrano, propone la realización de una alberca en la azotea, donde Eliseo vive y la contratación de una empresa especializada en limpieza que sería mucho más barata, eficiente y según la perspectiva de Zambrano elevaría el nivel que merecen los propietarios. Ese es el punto de partida de El encargado, ya que en cada capítulo Eliseo será capaz de las más terribles bajezas para conservar su casa, su empleo y su poder, rabasando todos los límites, pero eso sí, siempre con una sonrisa y acciones que parecen totalmente desinteresadas y en pro del bien común. Ojo, que los vecinos no son mucho mejores, todos tienen cola que le pisen, la arquitecta que engaña a su esposa mientras ella está de guardia en el hospital, el general recluido en prisión domiciliaria por actos de lesa humanidad durante la Dictadura y, por supuesto, el antagonista, Zambrano, un individuo despreciable, déspota y clasista interpretado con maestría por Gabriel Goity.
La capacidad de Cohn y Duprat para subir el voltaje y la tensión entre los protagonistas en cada capítulo es admirable, así como su talento para construir personajes llenos de matices con los que el espectador puede simpatizar y al mismo tiempo repudiar es pasmoso y ni decir de la calidad de sus diálogos incisivos y desbordados de un humor ácido casi tan voraz como las plantas carnívoras a las que Eliseo alimenta con moscas cada noche. La producción es también de la más alta calidad, a como nos tiene ya acostumbrados el cine argentino y la plantilla de actores es de primer nivel para dar vida a un guion inteligente y terriblemente cercano a la realidad.

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